lunes, 7 de mayo de 2007

Pedantes

El saber (con minúsculas, en infinitivo, haciendo veces de sujeto) nos hace pedantes. Somos avaros por naturaleza, quizá los roedores de los que descendemos solo sobrevivían si tenían grandes cantidades de comida almacenadas. No es diferente que el dinero, el amor o el poder. Lo toleramos más porque, a diferencia de los otros tres, acumular saber a costa de los otros es imposible. Pretextos para justificar la culpa.

1 comentario:

Semidios dijo...

Aunque de las pendejadas de los demás se aprende también ;)