viernes, 7 de agosto de 2009

A toro pasado: El Voto Nulo

Por recomendación tuiterística de Rox llegué a un blog-post que casi me hizo llorar, pero de dolor. Habiendo pasado la elección y el febril encanto del tema de moda, y sobre todo para poder criticar el post referido, creo que es necesario exponer porqué yo sí creo que el voto nulo es necesario.

Primero algunas precisiones: Votar nulo no es igual a abstenerse. El que se abstiene es como José Arcadio Buendía que no quería jugar ajedrez contra el párroco: No estoy de acuerdo con las reglas del juego. O también es al que se le perdió su credencial de elector, o al que no se le dio la gana votar ni manifestarse, es decir, no implica una manifestación, es, en términos matemáticos, cero, ausencia. El voto (nulo o no) es una manifestación explícita.

Habida cuenta que el voto es una manifestación (y en algunas partes del mundo es también la oportunidad de participar en la elección de un verdadero factor de poder dentro de la sociedad, aunque no es el caso de México), la manifestación del voto nulo debiese ser entendida como "no estoy de acuerdo con ninguna de las opciones que existe y quiero manifiestar ese desacuerdo". Es decir, en el acto meramente ontológico de manifestarse frente a una serie de opciones, el voto nulo es eso, una opción más, la que equivale a "ninguna de las anteriores".

La discusión sobre la pertinencia de emitir voto nulo en la elección del 2009 es meramente utilitaria: No sirve de nada o solo sirve a intereses particulares (y chistoso, todoso los bandos decían que el ataque venía "del otro") y el utilitarismo es corto plazo, ganancia, utilidad. Es lo opuesto a sustentabilidad. Lo opuesto a "construcción de Nación"

Por lo mismo, yo creo que la importancia de haber emitido voto nulo es doble. Por un lado, sembrar la duda en el aparato de partidos, la partidocracia: Ya existe un sector de la sociedad con un marcado sentimiento de encono contra ella. Un sector de la sociedad que es mayor conforme más educación y nivel de vida se tiene. Esto, que para los amlistas está mal visto y calificado como clasemedieros, es, de hecho, una medida clara de progreso. Y en términos de "desarrollo democrático", el voto nulo "práctico" estadísticamente significativo sirve para impulsar, eventualmente, una reforma en las leyes que nos reconozca como adultos, como gente que tiene el derecho a manifestarse contra, específicamente contra todas las opciones y no solo quedarse en la "bolsa" del abstencionismo, que es necesariamente amorfa e inodora, incolora e insípida.

No puedo, ni remotamente, suponer o pretender que todos los que emitieron su voto nulo compartan ni mis ideas ni mi "agenda". Pero sí puedo asegurar que los motivos del voto nulo, así expuestos, son prácticamente irrebatibles. Y también creo que los ataques contra el voto nulo han sido peores que las defensas del mismo. Y también, por lo que pude ver en los medios, totalmente "biased", dogmáticos casi.

Alejado como estoy de la blogósfera mexicana me entristece harto el bajísimo nivel del debate aún entre las mentes teóricamente lúcidas. Me molesta también no poder participar en el debate y solo deplorarlo, pero hay temporadas en la que se puede campechanear acción y pensamiento y hay temporadas en las que eso no se puede.

Como sea, el voto nulo es, creo yo, el tema político-social del año en México y no podía (y mucho menos debía) dejar de manifestarme al respecto.