lunes, 23 de abril de 2007

Con la vara que midáis

La Jornada (quién si no) está dando voz a los profesores inconformes con la prueba "Enlace" que hoy se está aplicando en todo el país a alumnos de primaria y secundaria. Apasionado como soy en el tema educativo, encuentro la prueba famosa de lo más importante y que es necesario tener un medidor de la calidad de educación que están recibiendo los chavos en las escuelas. Pues resulta ser que a estos "maistros" no les parece bien la famosa prueba por que los mide a todos por igual, sin tomar en cuenta las diferencias "sociales y económicas".

Yo de plano no puedo creer semejantes "argumentos". Si alguien quiere, puede ver aquí un pequeño modelo de cómo son las preguntas. Conozco niños que van a telesencundarias, a primarias rurales y sé de sus capacidades y de cómo los pobres dependen de tener un buen maestro para desarrollar esas capacidades. Y esas pruebas miden más habilidades que conocimientos.

El victimismo es uno de los más profundos y dañinos vicios que tenemos como sociedad. Siempre la culpa es de alguien más: Del sistema, del gobierno, de la tortilla, del clima, de la maestra Gordillo. Las fallas nunca son culpa nuestra, siempre son del otro. Los maestros se curan en salud para justificar los malos resultados que, aunque lo nieguen, dependen en mucha medida de su desempeño profesional.

Y también el papel de los medios, es curioso como La Jornada se hace eco de esas declaraciones sin contexto y, por supuesto, sin réplica por parte de las entidades gubernamentales. Ejercen el mismo periodismo que muchas veces critican, solo que en sentido contrario que, seguramente, sí hace legítima la polarización.

martes, 10 de abril de 2007

Discovery Kids

Fui a Las Vegas a principios de marzo y entendí mi lugar en el mundo: el ostracismo.

No podía (puedo) creer tanta basura. De entrada debo aceptar que no soy divertido, que las pedas no me hacen tan feliz como a la decente mayoría de la gente. Además, iba yo por trabajo. Pero caminar por el "strip" me dio una terrible sensación de absurdo y vacío. Las Vegas es la encarnación quintaescencial del dinero. El dinero, que debiese ser un instrumento de intercambio (no me refiero al "capital" en términos economicistas, cuya noción respeto y aprecio) es solo un tótem. Se dice entre los mexicanos clasemedieros que Las Vegas es un "Disneylandia para adultos". Acabo también de estar en DisneyWorld y tengo que conceder que es cierto: Ambos lugares venden humo, sueños, nada.

Solo procuran llenar la absurda necesidad de niños y adultos de escapar de la realidad. Y por supuesto, sin tomarse la molestia de trabajar en la construcción de una nueva. Es el "espíritu Matrix" el que más me molestó de ambos lugares.

lunes, 9 de abril de 2007

Inagurando

Por este conducto doy por inagurado este changarro, a ver cómo evoluciona. No hay que esperar nada, eso ya lo aprendí aunque me cueste mucho aplicarlo