viernes, 5 de octubre de 2007

Mal aliento

La traición es tan mala como el peor ajo o la cebolla más destructiva. Se despliega en toda la cavidad bucal y no deja respirar. Cada hálito está impregnado de su olor. Cada trago de humo, bebida o comida lleva la marca de sabor de la traición.

No es excusa haber sido traicionado para traicionar. Es consecuencia. Siempre he creído que la civilización existe por ponderar, medir y evitar ese tipo consecuencias (acción-reacción, ojo x ojo). Ahora entiendo que la civilización es una bonita camisa de fuerza que, como tuxedo, solo usamos en las cenas elegantes.

4 comentarios:

Semidios dijo...

este post me recordó una genial frase que escuche en una película de la epoca de oro del cine mexicano.

"el traidor no es menester cuando la traición es pasada"

Buena reflexión maese

arboltsef dijo...

Lo que hace interesante, dinámico y fascinante esta vida social, es nuestra constante batalla con esas reglas.

Estar a punto de la ruptura en todo momento o quebrar el punto de vista social por un bienestar común (aunque sea vulgar como la traición), es parte de lo que nos hace interesantosos.

Anónimo dijo...

Pues a mi me recordo una poesia de la preparatoria.
!Traición es el arma mas vil que se clava en el alma , es la potencia necia que no derrama sangre, la herida es mortal ....y por fuera no hay nada"

Anónimo dijo...

si te dedico un post me perdonas samanito?, o eso es bien 2003 right?