lunes, 12 de noviembre de 2007

Que salgan las letras

Que se acabe el estreñimiento, que se acabe la vida de no pasa nada. Yo lo atribuyo a la comodidad económica, con la que, al parecer, no se llevan mis letras. No sé, de verdad, a qué otra cosa atribuirlo. El mecanismo típico era "comer algo" (una película, un libro, música nueva) y procesarlo. Muchos post, muchísimos, tienen ese origen. No ha funcionado así desde hace quince meses. Proceso, sí, pero no lo hago letras. Se me están haciendo angustias e inquietudes, vicios de carácter.

Le sigo dando vueltas a la idea de la compatibilidad. Aficionado a las matemáticas, la necesidad de encontrar patrones, relaciones, ecuaciones, es compulsiva. Unir los puntos, marcar las tendencias, recordar siempre la estadística: la región espacio-estadística de manifestación probabilística electrónica. La manifestación súbita propiciada porque, la mayoría de las veces, las cosas tienden a ser así. La tendencia y la flecha del tiempo que la acompaña. Hoy he vuelto por 15 minutos a ser adolescente. No me gustó.

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